Se instauró en 1970 en los Estados Unidos de Norte América. En el Día de la Tierra de 1990, más de 200 millones de personas en 141 países de todos los continentes participaron en celebraciones en sus comunidades.
Hoy la tierra resiste como puede las constantes agresiones que erosionan cada vez más la vida del planeta. Fenómenos como el efecto invernadero, la destrucción de la capa de ozono, la muerte de los bosques y la contaminación de los suelos no son más que una escalofriante muestra de los riesgos que amenazan el medio ambiente terrestre.
Ahora nuestro gran desafío es forjar y mantener una sociedad sostenible, es decir reconocer la responsabilidad que nos corresponde de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.