Pretende promover una conciencia ecológica en los ciudadanos del mundo, para contribuir así al cuidado de la salud de las personas y del ambiente.
El incremento de los vehículos que circulan en las grandes ciudades, aumenta de manera significativa la huella de carbono que, ocasiona daños irreparables en la capa de ozono.
Un poco de historia
El origen de este día se remonta al año 1973 cuando varios países de Europa vieron limitadas sus reservas de petróleo y por lo tanto, también de combustible debido a que los países árabes aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) suspendieron la venta del mineral a los países que apoyaron a Israel durante la guerra de Yom Kipur.
En octubre de 1994, algunas ciudades del mundo, comenzaron a aplicar el Día sin coche, teniendo como pioneras a Reikiavik de Islandia, La Rochelle de Francia y Bath de Reino Unido.
Recomendaciones para esta fecha
Es recomendable no utilizar el vehículo porque contribuye a la emisión de gases y partículas altamente nocivas que son generadas por los motores de combustión interna de los vehículos, tales como monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2) y óxidos nitrosos (NOx).
Además, propician la contaminación acústica que afecta la comunicación entre los habitantes de un determinado lugar. Incentivan al sedentarismo por el hecho de no caminar, lo que desencadena en posibles enfermedades como la obesidad mórbida.
Entonces, esta iniciativa sirve para poder reconectarnos con nuestros cuerpos y el entorno y beneficiar de esta manera, a la salud de cada ser humano.
La celebración de esta fecha debe ser asumida como un compromiso conjunto entre los habitantes de cada ciudad y las autoridades correspondientes para de esta forma y al menos por un día, alcanzar el mayor objetivo: la no utilización del automóvil.